EL TRANSPORTE Y SU PAPEL EN EL TERRITORIO (BLOQUE 9).
Las redes de transporte como elemento básico de la articulación territorial y económica.
Sistemas y medios de transporte en España.
Los nuevos sistemas de transporte y de comunicaciones.
Un sistema de transporte incluye
viajeros, vehículos, mercancías e infraestructuras.
El transporte no experimentó
grandes cambios hasta la Revolución Industrial. Las mejoras que se
introducen provocan la extensión de las ciudades en el espacio, la
diversificación de actividades en distintos espacios y una mayor accesibilidad.
Esta accesibilidad es un indicador del
equilibrio territorial que posibilita la comunicación entre distintos puntos
del espacio.
El transporte es fundamental para
integrar un territorio pues las infraestructuras (carreteras, vías de
ferrocarril, aeropuertos) influyen en la decisión de
localizar actividades económicas.
A
lo largo del territorio se crean redes de transporte de distintos tipos:
cuadrangulares, lineales, anárquicas. En el caso de España la red es
centralizada de trazado radial, propio de países europeos con gran
desarrollo económico y de larga tradición histórica.
Actualmente, el transporte cumple
funciones muy importantes:
- Satisfacer las necesidades de la población de desplazamientos de tipo laboral, económico, ocio y cultural.
- Sustenta otras actividades económicas al permitir el abastecimiento y
la distribución de productos elaborados con destino a distintos puntos.
- Es motor de homogeneización cultural al difundir ideas y avances
tecnológicos, a la vez que refuerza la interdependencia entre países.
2. SISTEMAS Y MEDIOS
DE TRANSPORTES EN ESPAÑA.
En las sociedades
desarrolladas los transportes forman un sistema
que permite el desplazamiento de personas, bienes y mercancías, cuyos elementos
son los medios o vehículos de transporte, las infraestructuras, y los bienes y
productos transportados.
Las infraestructuras para el transporte componen redes extendidas sobre el territorio que están interconectadas
entre sí, comunicando distintos puntos y regiones.
Su influencia sobre el territorio es fundamental porque expresan las relaciones
entre distintos ámbitos funcionales o económicos, y constituyen un factor importante en la
ordenación del territorio y en las políticas de corrección de los
desequilibrios regionales.
Los medios de transporte han
evolucionado mucho. En el siglo XIX se desarrolla el ferrocarril y en el XX
aparece el automóvil, se moderniza el transporte marítimo y se generaliza el
transporte aéreo.
Todo ello supone una
revolución en las sociedades actuales, por la capacidad de carga, la velocidad del desplazamiento y en la
aparición de nuevas formas de transporte que permiten el flujo de capitales,
ideas, información, etc…
En lo que a los bienes transportados se refiere, destacamos la gran cantidad
de mercancías que se mueven. El transporte de personas alcanza niveles sin
precedentes, reflejo de la movilidad de los ciudadanos en las sociedades
contemporáneas ya sea por razones laborales, de ocio, etc.
El
sistema español de
transportes presenta unas características que son el reflejo de la
tradición y de los últimos avances al
mismo tiempo:
a) La acusada
influencia del medio natural, que se ejerce fundamentalmente a través del
relieve. A la elevada altitud media hay que sumarle una morfología (disposición
del relieve) que dificulta el trazado de las vías de comunicación y obliga a la
construcción de estructuras que encarecen la ejecución y dificultan la
realización (puentes, viaductos, túneles).
b) El trazado radial
que tiene como centro Madrid es muy perceptible en las redes de carreteras y en
la red ferroviaria. El
transporte aéreo responde también a un modelo radial por la importancia que
tiene la capital de España como origen y destino de los vuelos nacionales e
internacionales.
c) Los desequilibrios
territoriales entre unas regiones y otras: la densidad de las redes y la
calidad de esta vías e infraestructuras son el reflejo de esta característica.
En este sentido, la tendencia es que las regiones con mayor grado de
desarrollo tengan mejores comunicaciones, lo cual es, a su vez, un factor de
desequilibrio.
d) Las deficiencias
en la comunicación interregional, consecuencia de todos los factores
anteriores. Diversas Autonomías no han sido capaces de solucionarlo.
e) El excesivo uso del
transporte por carretera, que acusa los efectos de la sobrecarga en el transporte de personas y
de mercancías.
Sistemas y medios de transporte
La red de carreteras y
las características del transporte.
Esta red de carreteras tiene
su origen en la multitud de caminos formados a través de los siglos (las
calzadas romanas, las redes trazadas por musulmanes y cristianos durante la
Edad Media), sin embargo, fue en el siglo
XVIII cuando las carreteras (caminos) españolas cobraron un gran impulso y
se logró una red de ámbito nacional, realizándose
la construcción de la red de estructura radial que unía el centro con los
principales puertos del litoral.
En el primer tercio del siglo XX, en
1926 se impulsó el Plan de Firmes Especiales,
que pretende una mejora general de la red viaria para adaptarlas a las nuevas
condiciones del transporte y a los nuevos vehículos automóviles. Hacia los años 1960, la red española de carreteras presentaba grandes
carencias y resultaba insuficiente para las necesidades del momento,
caracterizado por el auge de los vehículos a motor.
Para adaptarse a la nueva
realidad socioeconómica y entendiendo que las infraestructuras eran un factor
imprescindible para el desarrollo, se acometió el Plan REDIA (Red
de Itinerarios Asfálticos 1967-1971), que incluyó entre sus objetivos a ampliación del ancho
de calzada, la mejora de la pavimentación y de la señalización, la corrección
de trazados y la dotación de arcenes en las principales rutas españolas.
Las actuaciones se centraron en los 6
grandes ejes que forman el soporte del modelo radial (Nacionales I a VI), con
lo que éste quedó definitivamente consolidado.
En los años 80 se realizó un proyecto
de autovías a partir del desdoblamiento de las calzadas de las principales
carreteras nacionales. Esta
solución no resolvió todas las necesidades, de ahí la intención de completarlo
con el Plan de Infraestructuras (1993-2007). Éste pretende asegurar las
conexiones internacionales con Francia y Portugal, completar la red de alta
intensidad de tráfico, descongestionar las vías radiales y favorecer la
comunicación interregional mediante la construcción de autovías radiales y
periféricas que atenúen los efectos negativos del plano radiocéntrico heredado de tiempos pasados.
Las carreteras españolas están
gestionadas por el Estado, por las CCAA y por las diputaciones provinciales o ayuntamientos.
En conjunto, la red de carreteras
presenta grandes diferencias regionales en cuanto a densidad, naturaleza de las
vías y calidad de las mismas. Las CCAA más desarrolladas
tienen mejores infraestructuras, lo cual es un factor adicional de desarrollo.
El transporte por carretera ha
experimentado un crecimiento vertiginoso y paralelo al incremento del parque de
vehículos y de la movilidad espacial de la sociedad española. Concentra el 90%
del transporte de viajeros y más del 70% de mercancías. Su gran ventaja es
el «servicio de puerta a puerta».
La red ferroviaria
Los primeros trayectos que se abrieron
al tráfico en la Península fueron el de Barcelona- Mataró en 1848 y el de
Madrid-Aranjuez en 1851.
Desde el principio, fueron
muchas las solicitudes que hicieron diversas compañías extranjeras para
construir y explotar líneas ferroviarias, la mayoría de ellas eran proyectadas
para servir a intereses mineros que también estaban en manos de capital
extranjero.
En 1855 se promulgó una ley (Madoz) que regulaba las concesiones y
permitía la importación de material ferroviario, ya que la industria
siderúrgica española no podía producirlo. En
el último cuarto del siglo XIX España contaba con una red ferroviaria que
revolucionó el transporte y contribuyó a romper la incomunicación entre
regiones y comarcas.
Con relación a Europa, los
ferrocarriles españoles presentaban la diferencia del ancho de vía. Los demás
países europeos utilizaban una separación entre raíles de 1,4 m, que se
consideró insuficiente en España por los desniveles del terreno y el trazado
sinuoso. Con el fin de proporcionar una mayor estabilidad y
potencia a los trenes, se adoptó como medida que la anchura de vía debería de
ser seis pies castellanos, equivalentes a 1,7 m. Esta medida ha supuesto
el aislamiento ferroviario de España con respecto al resto de Europa hasta finales
del siglo XX, el problema se resolvió
con la instalación de intercambiadores de ejes en las estaciones fronterizas
con Francia.
La extensión de la red
ferroviaria española a principios del siglo XX se completaba con los ferrocarriles secundarios de vía estrecha, que pertenecían a
compañías extranjeras, entre las que destacaban Ferrocarriles del Norte, M.Z.A. (Madrid-Zaragoza-Alicante) y
Ferrocarriles Andaluces.
Tras la Guerra Civil, la red
ferroviaria estaba muy deteriorada, necesitaba cuantiosas inversiones y su
explotación era deficitaria, por lo que las compañías no tenían mucho interés
en seguir manteniendo las concesiones de las que eran titulares. En 1941 pasaron
al Estado, decisión que propició la creación de RENFE.
El
ferrocarril ha sido el principal medio de transporte de personas y mercancías
hasta comienzos de los años 60, pasando a un segundo puesto por el
auge del transporte por carretera.
La red de ferrocarriles españoles, al
igual que la de carreteras, tiene una disposición radial con centro en Madrid y
tres importantes nudos de dispersión
del tráfico: Venta de Baños (Palencia), Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y
Zaragoza. La
longitud de la red es de 12.700 Km de ferrocarril de vía convencional,
gestionados por RENFE, y unos 2.000 de vía estrecha. Desde 1992 el
trazado ferroviario se completa con los trenes de alta velocidad (AVE)
de Madrid a Sevilla y que se irán extendiendo posteriormente a Málaga,
Barcelona, etc. ¿Huelva?
El transporte marítimo.
Por su situación, España ofrece
condiciones favorables para el tráfico marítimo. Durante siglos se ha
configurado una red de puertos mercantes, de pasajeros y pesca que han servido
de intercambio entre tierras de ultramar y las del interior, contribuyendo a
consolidar la red radial de carreteras entre Madrid y los puertos. El
transporte de pasajeros fue importante en el siglo XIX y primeros del XX,
después decayó.
Sin
embargo, ha aumentado el transporte de mercancías por barco tanto de productos
voluminosos no pesados como de petróleo hasta las refinerías situadas
en los litorales.
Este transporte ha
evolucionado hacia buques de gran tonelaje, que exigen mayor calado y unas
instalaciones portuarias específicas, por lo que se ha desplazado la
importancia portuaria hacia el Atlántico, cuyos puertos están mejor situados
respecto a las grandes rutas de navegación. Algeciras, Huelva y A Coruña.
El
transporte fluvial
se reduce a Sevilla único puerto interior de significado histórico.
El transporte aéreo.
Comienza en 1919 en España y
pronto se ponen en funcionamiento líneas comerciales entre Sevilla y Larache
(Marruecos), Madrid y Barcelona, Mallorca, Valencia y Sevilla. Más tarde se
abren las líneas internacionales y en 1926
se cruza el Atlántico (Vuelo del Plus Ultra
Palos de la Frontera- Buenos Aires).
Con
el tiempo se generalizan los aviones a reacción y empieza una nueva era marcada
por el aumento de la capacidad de carga de los aparatos, de mayor autonomía de vuelo y velocidad de
crucero. Todo repercute en los desplazamientos a larga
distancia y beneficia a España que se configuraba como destino turístico.
España
cuenta con una red de aeropuertos extensa, aunque está muy jerarquizada en
Madrid-Barajas que, junto a Barcelona, tiene un tráfico muy estabilizado en
cuanto a cifras de pasajeros. Le siguen los de Mallorca, Málaga, las
Islas Canarias…
3. LOS NUEVOS SISTEMAS
DE TRANSPORTE Y COMUNICACIONES EN ESPAÑA.
Son
especiales en función del medio que utilizan o el bien que transportan: transporte por tubería, transporte postal y telecomunicaciones.
Entre los transportes por
tubería de importancia están los oleoductos
que trasladan productos petrolíferos de las refinerías a centros de
distribución y consumo, o los gasoductos
que se encargan de la distribución del gas natural que viene del Norte de
África (Argelia) o Siberia. También
por tubería se transporta el agua.
Los
sistemas postales
utilizan el ferrocarril o avión para transportar una materia especial, los
productos materiales de poco peso o volumen y los transportes de
correspondencia.
Las
telecomunicaciones
forman un sistema de transporte novedoso. Se incluyen la telefonía móvil, que
se ha impuesto al teléfono fijo tradicional, la televisión por satélite (TDT)
que sustituyó a la televisión analógica, y el más extendido de todos
actualmente, que no es otro que internet. La característica es la naturaleza
inmaterial del bien transportado, normalmente información, que es transmitida
en tiempo real, sin que medie el tiempo entre la emisión y la recepción del
mensaje.
Podemos
hablar también del transporte de capitales que se realiza mediante
movimientos derivados de las órdenes de compra, venta o transferencia cursadas
por los medios de telecomunicación.
La
telecomunicación forma parte de los llamados transportes invisibles, aunque algunas de sus
instalaciones sean perceptibles en el paisaje. La importancia que tienen
actualmente es sólo un avance de la que aguarda en el futuro.