TEMA 2

TEMA 2. EL RELIEVE ESPAÑOL.


1. Características generales.
2. La variedad litológica y el proceso de formación.
3. Las costas españolas.

Introducción
Antes de comenzar a desarrollar el tema conviene tener claro el concepto de relieve. Cuando hablamos de relieve nos referimos a la forma irregular de la superficie terrestre, las causas o factores de esta forma vienen determinados por agentes internos, como el movimiento de las placas tectónicas, y por factores externos, como son la erosión y la sedimentación.
1. Características generales.
Las características generales del relieve español son muy variadas pero todas tienen en común un elemento: la Meseta.
La elevada altitud media.
La Península Ibérica se encuentra a 660 metros de altura media sobre el nivel del mar, altitud sólo superada en Europa por Suiza con 1.300 m. Esta altitud no es el resultado de la existencia de grandes y elevadas cordilleras, se debe a la presencia de un gran conjunto central elevado que no es otro que la Meseta.
La Meseta Tiene forma casi cuadrangular, un amplio contorno y un breve Istmo,  su variada orografía (releve) le otorga un carácter de pequeño continente, debido a la gran variedad de formas del relieve que contiene.
La disposición periférica del relieve peninsular.
La disposición del relieve peninsular debe entenderse en relación con la Meseta y en relación con el contorno de la Península, en cuyos límites se encuentran las principales cordilleras españolas: la Cordillera Cantábrica al N, el Macizo Galáico-Leonés al NO, el Sistema Ibérico al E y los Sistemas Béticos junto con Sierra Morena al S.
Esto provoca que los ríos que nacen en estos rebordes montañosos se vean obligados a salvar grandes desniveles  en un corto espacio, adquiriendo un carácter torrencial, por lo que tienen una gran fuerza erosiva que emplean en excavar profundas gargantas. Los ríos que desembocan en el Atlántico son los más largos de la Península comparados con el resto, exceptuando al río Ebro. Esto se debe a la ligera inclinación de la Meseta hacia el O. La gran extensión de la Meseta establece la configuración de estos ríos peninsulares.
La forma compacta y maciza de la península Ibérica.
Debido a este factor no existen grandes entradas que faciliten la penetración de la influencia del Océano, limitando así la acción termorreguladora del mismo. El resultado es la aparición de un clima interior mediterráneo continentalizado con inviernos fríos y veranos calurosos, mientras que en la periferia las temperaturas son más moderadas durante todo el año.
Las costas españolas no presentan accidentes geográficos destacados, sólo Galicia tiene sus costas bastantes escarpadas por las rías.
Los archipiélagos.
Las Baleares están relacionadas con el relieve peninsular, ya que son una prolongación de los Sistemas Béticos, mientras que las Canarias tienen un origen volcánico. Siempre nos referiremos a las Canarias con rasgos especiales debido a su latitud.
Otros territorios que forman parte del estado español son los enclaves del Norte de África, Ceuta y Melilla, el peñón de Vélez de la Gomera y pequeños islotes como son las islas Chafarinas e islas Alhucemas.


2. La variedad litológica y el proceso de formación (evolución geológica).
La litología peninsular, parte de la Geología que estudia las rocas, es variada y consta de tres tipos de rocas: silícea, caliza y arcilla. Se han ordenado en función de su grado de resistencia y dureza.
Las características de las rocas condicionan las distintas formas de relieve ya que hay que tener en cuenta la resistencia y dureza de cada una de ellas ante elementos como el movimiento de las placas tectónicas y el proceso de erosión y sedimentación. Las características de las rocas influyen directamente en el aprovechamiento agrario de los suelos, la configuración de los ríos y de la vegetación.
Tal y como señalamos anteriormente se pueden establecer tres tipos de roquedo peninsular: la España Silícea, la España Caliza y por último la España Arcillosa. Hay quien utiliza el término Iberia por el de España. 
La Iberia Silícea se localiza principalmente en la parte occidental de la Península, centrándonos, sobre todo, en las cordilleras. Se trata de materiales duros y resistentes como la pizarra, el cuarzo y el sílice.



La Iberia caliza se localiza en la mitad E de la Península fundamentalmente. Se dispone, junto a la España Silícea, como una especie de Z invertida. Se sitúa, principalmente, en los sistemas montañosos de la zona oriental de la Península. Son rocas calcáreas, es decir, rocas sedimentarias que se caracterizan por ser pétreas y permeables, dicho de otro modo, son rocas duras pero permiten cierto grado de erosión por la filtración del agua en las rocas (diaclasa), ya estamos otra vez con terminología geológica. Este proceso de erosión da lugar a paisajes espectaculares (modelado cárstico o Kárstico) y a la aparición de acuíferos.



Torcal de Antequera.

Iberia Arcillosa
Se caracteriza por suelos formados de materiales jóvenes y deleznables, es decir, materiales frágiles procedentes de la sedimentación y la colmatación. Se localiza en cuencas sedimentarias o depresiones como las del Guadalquivir, Ebro, Duero, Tajo y llanuras como La Mancha. También en llanuras costeras. Hay que relacionar siempre el roquedo arcilloso con el tipo de suelo más idóneo para la agricultura.






Ejemplos de paisajes arcillosos.

¿Qué significa roquedo? Cuando empleamos este término nos referimos al tipo de roca predominante en un área o región.



Antes de acabar y como ya se ha dicho anteriormente, nos queda un tipo de roquedo en España, hemos hablado del roquedo peninsular (Iberia Silícea, Caliza y Arcillosa), pero nos falta un tipo más. Recordad las preguntas ¿Cuántos tipos de roquedo existen en España? y ¿Cuántos tipos de roquedo existen en la Península?
El roquedo volcánico
Se localiza en las Islas Canarias. El origen volcánico se debe a que está justo en la zona de fricción (roce) de la placa tectónica africana y la placa oceánica. Presenta formas espectaculares de paisaje como los cráteres, calderas y los malpaíses que comentamos en clase.



Malpaíses pertenecientes al Parque Natural de Timanfaya (Lanzarote).


Calderas pertenecientes al Parque Natural de Timanfaya (Lanzarote).



Cráter situado en el Parque Natural de Timanfaya (Lanzarote).


Isla de Tenerife con el Teide como forma principal de relieve.

El proceso de formación.
El relieve actual de la Península es el resultado de una larga evolución geológica en la que se han alternado fases orogénicas, como la orogenia herciniana durante el Paleozoico y la orogenia alpina durante la era Terciaria, con otras de calma, durante el mesozoico, en las que predominan la erosión y la sedimentación.
Orogénesis u orogenia es el conjunto de procesos geológicos que se producen en los bordes de las placas tectónicas y que dan lugar a la formación de una cadena montañosa.
La eras geológicas son las siguientes:
Era Primaria o Paleozoico (hace 300 millones de años).
El plegamiento herciniano hace que aparezca sobre el nivel del mar el Macizo Hespérico, el Macizo del Ebro, el Macizo de Aquitania, el Catalano-Balear y el Macizo Bético-Rifeño. 
Al finalizar los plegamientos la erosión arrasa estos nuevos relieves, convirtiéndolos en penillanuras.


Era Secundaria o Mesozoico (hace 200 millones de años).
Las tierras emergidas se organizaban en dos áreas principales (Laurasia y Gondwana) separadas por el mar de Thetis. Los sedimentos producidos por la erosión de los macizos se van depositando en el mar.
La Era Terciaria (65 millones de años).
Es el momento en el que se produce la orogénesis alpina que configura el relieve actual. La colisión de la placa Africana contra la Euroasiática da lugar a la aparición de los Pirineos, los Sistemas Béticos y la Cordillera Costero Catalana. La fragmentación de los materiales más antiguos de la Meseta hace que aparezcan el Sistema Central y los Montes de Toledo.
Los rebordes montañosos de la Meseta quedan configurados con la aparición de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y Sierra Morena. La Meseta se inclina hacia el Oeste y se forman las depresiones del Ebro y del Guadalquivir. 
El fondo marino del Atlántico se fractura y emergen rocas volcánicas que originan las islas Canarias.



Era Cuaternaria (2 millones de años a la actualidad).
Se caracteriza por ser otro periodo erosivo, por lo que domina el modelado sobre la orogenia. Los fenómenos más destacados fueron el glaciarismo, que da lugar a la aparición de valles y la formación de terrazas. Es el momento en el que también se configura el relieve de nuestras costas.



El glaciarismo afectó a las cordilleras más altas dando lugar a glaciares de circo y de valle, y cuando se fundieron los hielos dieron lugar a la formación de pequeños lagos. 
Glaciarismo: conjunto de fenómenos relacionados con la formación y evolución de los glaciares, destacando el proceso de erosión, del que resulta un valle muy abierto. En España suelen encontrarse en zonas de alta montaña y se produce en la era cuaternaria.



Configuración del relieve actual de la Península Ibérica.

3. Las costas.
Las costas o litoral pueden entenderse como el espacio límite entre la tierra y el mar, espacio que está transformándose constantemente por la acción erosiva del mar. El estudio de las costas o litoral español es importante debido al carácter peninsular que tiene la mayor parte del territorio español, sin olvidar a los archipiélagos.
Las costas españolas no presentan sinuosidades ni entalladuras, salvo pocas excepciones como las costas gallegas, de ahí el carácter macizo de la Península.
Dividimos la costa o litoral español en los siguientes tramos o litorales:
Costa cantábrica.
Se caracteriza por ser rectilínea, con acantilados y pocas playas, son pequeñas. Encontramos accidentes geográficos como cabos y rías. 
Los acantilados son costas que penetran con una fuerte pendiente en el mar. En relación con los acantilados están las cuevas marinas, creadas al erosionarse los puntos de menor dureza del acantilado, los arcos ma­rinos formados cuando la erosión perfora la parte inferior del acantilado y los farallones, que son agujas rocosas sobre el mar, creadas al des­prenderse la parte superior del arco. 


Las rasas son sierras escalonadas paralelas a la costa. Las más bajas tie­nen cumbres planas debido a la erosión del agua.


Costa gallega.
Aparece recortada por la existencia de rías que se disponen de una forma transversal. Se dividen en Rías Altas, al Norte de Finisterre, y Rías Bajas al sur de Finisterre. 
Las rías se pueden definir como la forma de relieve costero que aparece en los márgenes de la desembocadura de un río y se caracteriza por la entrada del agua del mar en el interior, constituyéndose como una especie de valles fluviales inundados por el mar. 



Ría de Arosa (Pontevedra).

Costa atlántica andaluza.
Es baja y arenosa. Ocupa el Golfo de Cádiz, desde la desembocadura del Guadiana hasta Trafalgar (provincias de Huelva y Cádiz). 
Golfo: accidente geográfico situado en el litoral y caracterizado por la entrada del mar en parte de la costa, rompe la línea del litoral. 
Las formas más características son playas extensas en las que encontramos campos de dunas, forma de relieve costero que se caracteriza por presentar una gran extensión de arena con montículos (dunas) que se forman por el transporte y acumulación de arena por el viento y quedan fijados al terreno por la vegetación.



Otra forma que presentan nuestras costas son las marismas que aparecen en los márgenes de las desembocaduras de los ríos, constituyéndose como grandes extensiones de agua salada en el interior y que llegan a formar llanuras de fango cundo quedan descubiertas por la bajamar. 




Las flechas litorales son líneas de arena que prolongan las costas rectilíneas y arenosas hacia el interior de una bahía. Una flecha puede unirse con otra formada en la parte opuesta de la bahía, dando lugar a una barra continua de arena o cordón litoral. Son características de la costa entre la desembocadura del Guadiana y del Guadalquivir.




Costa mediterránea levantina.
Diferenciamos el sector bético, el golfo de Valencia y el litoral catalán.
El sector bético se extiende desde el peñón de Gibraltar al cabo de La Nao.
Es una costa acantilada determinada por los relieves de las cordilleras Béticas, que discurren paralelas a ella. Son frecuentes los campos de dunas y las albuferas, como la del Mar Menor.
Una albufera es un lago salado separado del mar por un cordón litoral, que puede tener contacto temporal o permanente con el mar. Al final acaba convirtiéndose en marisma y colmatándose por los aportes terrestres.
El golfo de Valencia va desde el cabo de La Nao al delta del Ebro.
Se caracteriza por sus playas, albuferas, pequeños deltas y tómbolos. Las playas, bastante amplias, están formadas por depósitos marinos y sedimentos del Sistema Ibérico. 
La albufera más destacada es la de Valencia. Los deltas son salientes costeros que se forman cuando el río aporta más sedimentos de los que puede redistribuir el mar. Los de este sector costero se adentran escasamente en el mar, al estar origina­dos por ríos poco importantes.


Albufera de Valencia.


Albufera de Valencia.

Los tómbolos son barras de arena que unen islotes rocosos a la costa (peñón de Ifach en Calpe, Alicante). Pueden ser dobles cuando son dos las barras arenosas, quedando una laguna entre ambas.



El litoral catalán se extiende desde el delta del Ebro al Cabo de Creus.
Es muy variado, ya que presenta algunos deltas, como los del Ebro y el Llobregat, costas acantiladas donde el extremo de la cordillera Costero-Catalana llega hasta el mar. También presenta playas y pequeñas llanuras litorales entre los promontorios rocosos.


Delta del Ebro.




Esquema de las formas de relieve costero más características.